Carpaccio de Calabacín

Cuando se tienen buenos productos, el éxito a poco que pongamos de nuestra parte, está garantizado.

El fin de semana, estuve en el huerto de mi suegro, y cogí un calabacín pequeñito, para probarlo. Mi suegro tiene tendencia a dejarlos crecer demasiado y es bien sabido que como más grandes peores.

En la foto se observa el calabacín del tamaño de un bolígrafo. Estos (y aun si son más grandes) se pueden comer en esta época del año, crudos, como si fuera un carpaccio.

Solo es necesario cortarlos bien finos, rociarlos con aceite de oliva, un poco de limón, un poco de pimienta y sal maldon.

En un plato así de sencillo, la clave es que los ingredientes sean óptimos. Estará bueno, si el calabacín es muy tierno y fresco, el aceite es de óptima calidad, aconsejaría un aceite afrutado, por ejemplo de oliva arbequina, y la pimienta lo mismo, recién molida y de máxima calidad.

Los he acompañado con unos bastoncitos de pan que tenía muy ricos.

2 comentarios:

  1. Ajá, pobre de tu suegro, ja ja, no sabe que lo suculento viene en pequeñas dósis...
    Maya

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  2. Buenas noches fue un placer leerte y aprendí, especialmente sobre el uso de la salvia que es lo que buscaba.
    Maya

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