Este plato lo acostumbraba a realizar mi madre hace algunos años, últimamente no lo hace nunca, le tengo que decir que me lo vuelva a hacer este verano, porque le salía riquísimo, por supuesto bastante mejor que a mi, y eso que tiene poco truco.
El plato se basa en dorar unos segundos unos ajitos cortados finos, en aceite de oliva, añadir las gambas peladas, dos golpes de sartén, luego añadir la pasta (evidentemente ya hervida), y ya lo tenemos.
Hoy domingo no tenía en casa ajos, digamos que no tenía ajos en buenas condiciones, ya que si tenía una cabeza pasada y que ha ido de cabeza, valga la redundancia, a la basura.
Si bien sin ajos no está tan rico, estaba bueno porque hoy la estrella era la pasta. Esta mañana me he encontrado, volviendo del gimnasio en el que estoy intentando acabar con mis dolores de espalda, con una tienda de pasta fresca. El nombre de la tienda es divertido, se llama Pasta Luego, está en la calle casanovas justo por debajo de la Diagonal. He pedido spaguetti para dos personas, aunque estaba solo (así como dos días o tres), y he pagado 3,45 euros.
Estaba excelente, volveré sin duda a comprarla, la volveré a hacer con gambas pero esta vez compraré ajos.
Prueba de hacer exactamente la misma receta añadiendo un par de cayenas junto a los ajos. Quedan unos spaguetti picantillos y buenísimos.
ResponderEliminarDe nada jejejeje