El pasado domingo, me quedé en casa mientras mi mujer y mis hijos iban a la piscina. Me comprometí a descansar, mi espalda me lo pedía a gritos, y a hacerles un buen arroz.
Preparé un arroz con bacalao desalado y calabaza. No se porqué mi mujer había comprado una calabaza de estas pequeñas con forma de pera, y pensé en hacer una versión del arroz que hace un amigo, justo éste.
Utilicé una cazuela de hierro, que me gusta mucho para hacer arroces.
Empecé cortando una cebolla muy fina, y sofriéndola en 4 cucharadas de aceite de oliva. Corté la calabaza y el bacalao, ambos en trozos de más o menos 2 centímetros de lado, lo que sería un tamaño bocado, ideal para ir directos a la boca.
Añadí la calabaza a la cebolla, y le di unas vueltas 3 o 4 minutos, para que luego no quedará como hervida. Los trozos de bacalao los enhariné un poco. Luego aparté a un lado la cebolla y la calabaza, añadí un poco más de aceite y le di una vuelta al bacalao, un par de minutos, luego lo removí todo con cuidado, y añadí el arroz.
Sofreí el arroz un ratito, otros dos minutos, intentando ir con cuidado para no romper mucho los trozos de bacalao. Por último añadí el agua, el doble de arroz que de arroz y un poquito más (de agua). Deberíais seguir la siguiente fórmula 2,2 AG por 1AR, donde AR es arroz, 1 AG agua, cuidado que no lea el blog algún químico despistado y me ponga Plata y Argón.
Lo tuve a fuego fuerte hasta que empezó a hervir, y luego lo bajé, hasta que se quedó sin agua, quedó melosito no demasiado seco, en unos 18 minutos al fuego.
Cuando pensé en hacer la foto para "este nuestro blog", ya estaba un poco frío, de hecho yo casi me lo había acabado y utilicé el plato de mi hijo para la misma.
La foto no le hace justicia, estaba muy bueno, y la combinación un 10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario