Aprovechando que estamos en Barcelona sin los niños, el martes fuimos a cenar al restaurante Yashima, ubicado en la calle Joseph Tarradellas, 145. telf: 93 419 06 97. Para muchos es uno de los mejores restaurantes japoneses de Barcelona, y además fue uno de los pioneros.
El local es muy elegante, la comida estuvo bien pero no cubrió mis expectativas. Hacia tiempo que quería ir, y a veces pasa como cuando te cuentan una película maravillosa y luego vas a verla.
Justo antes de salir de casa, mi mujer me dijo que había leído en la revista Elle, que era el restaurante japonés preferido de la cocinera, Mey Hofman, propietaria del restaurante del mismo nombre, y de una afamada escuela de cocina.
Fuimos a cenar 4 personas, a saber, una pareja de amigos (que también estaban sin niños), mi mujer y yo mismo (claro). Pedimos para empezar un plato de fideos (Yakiudon), uno de tallarines japoneses (Yakisoba), una tempura de langostino (Ebi Tempura), y una tempura de verduras (Yasai tempura).
Nos sacaron la comida, de manera que la probáramos todos sin pedirlo nosotros, pero nos gustó la idea. Nos pusieron un cuenco a cada uno, y sirvieron en medio progresivamente, primero los fideos, luego los tallarines, y posteriormente las tempuras juntas. Estaba todo muy bueno, pero no destacaría nada. Nada me pareció sublime (en el link explico algo sobre que es y que no es sublime, para mi).
De segundo pedimos un especial set de Sushi-Sashimi, y un Sushi Moriawase Especial, que debo decir que me decepcionaron. Para los no iniciados, deciros que el Sashimi es el pescado crudo, presentado en pequeñas porciones, tal cual. Y el sushi Moriawase (que entiendo que significa variado), es una mezcla de Nigiris que son las bolitas de arroz cubierto por un trozo de pescado crudo, y makis, que son los rollos de arroz recubiertos con la alga Noria, que tienen en el centro pescado crudo y vegetales.
Lo mejor de la cena estaba aún por llegar. Comimos Sukiyaki, que es una especie de founde, hecha con caldo y salsa de soja, en la que se le añaden verduras, setas (shitake) y tofu, la sacan en un hornillo, y la acompañan de carne de ternera cruda cortada un poco más gruesa que para hacer un carpaccio, pero no mucho más, y un bol con un huevo batido. La forma de comerlo es la siguiente, se coge un trozo de carne, se sumerge en el caldo y cuando tenga el punto de cocción deseado se saca, (en mi caso que me encanta la carne casi cruda, bastaban con unos 10 segundos), se moja en el huevo (con lo que esta e enfría un poco y se suaviza el sabor) y a la boca. Era un poco raro al empezar, pero luego lo disfrutamos muchísimo. Cuando se acaba la carne, llega una persona que añade al caldo unos spaghetti, que se comen enseguida. Sorprendente, bueno y divertido.
Como habíamos comido mucho no tomamos postre. El precio con una botella de vino, Viña Esmeralda, que me pareció ideal para el tipo de comida, fue de 180€, 45€ por persona.
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