David Delfín y Sonsierra

David Delfín es el joven y brillante diseñador que saltó un día de la pasarela al Telediario, por un desfile en el que las modelos vestían una capucha que recordaba a los burkas afganos, y que trajo bastante polémica, y mucha publicidad.

Parece ser que más allá de lo que pasó en ese desfile, y si repercusión es de lo mejorcito de este país, que diseña mejor que vende.

Ahora David Delfín, ha hecho una colaboración con la bodega Sonsierra, para diseñar una botella de vino, concretamente la del "Pagos de Sonsierra David Delfín 2006", que parece una botella de jarabe, como exaltando las cualidades del vino. Además viene en una caja con la estética de las cajas de medicinas, y el prospecto es la ficha técnica de la cata.

La nota de cata dice algo así como: "Color cereza picota muy madura de capa alta, en nariz sobresalen notas de guinda, fresa, grosella y frutos del bosque, ofreciendo un caracter fresco y limpio, en el que se mezclan tostados y especiados en perfecta armonía. En boca es estructurado, muy largo y bien equilibrado con un final amplio, elegante y redondo", suena fantástico.

Será sin duda un objeto de culto, entre los fanáticos del diseño, ya que se han producido menos de 8.000 botellas, que costarán alrededor de 40 euros cada una.

Las colaboraciones vino y diseño venían hasta ahora de la mano de los arquitectos y las bodegas. Se han hecho espacios únicos en algunas bodegas, entre ellas la de Marques de Riscal obra de Frank Gehry, o las de Lopez de Heredia, famosa por su Viña Tondonia (mi metro del vino), con la estructura realizada por la arquitecta iraquí afincada en Londres Zaha Hadid. Estoy pensando que quizás sea la arquitectura con firma, lo que ha encarecido el precio de algunos vinos.