Ya he comentado alguna vez que al menos una vez a la semana, en mi casa comemos, creps, a los niños les gustan mucho y además se hacen muy rápido.
Como Crep salado, en casa el clásico es el Crep Bikini, aquí tenéis el post donde explico como lo hago.
Como creps dulces, el rey es una versión sin alcohol del mítico crep Suzette. Lo hacemos con simplemente zumo (mucho) de limón y/o de naranja, un poco de ralladura del mismo y azúcar. El original se flambea con cognac y lleva más cosas, nosotros no lo flambeamos, es increiblemente bueno.
Entre los dulces, tampoco fallan nunca el de Platano y chocolate, o el más elaborado Crep de compota de Manzana y Calvados, que es de 10.
Del crep de hoy poco hay que decir, que si hacéis un crep y le ponéis dentro un poco de queso Philadelphia (o similar) y mermelada, está muy bueno. La mermelada de naranja amarga, a mi es la que más me gusta para esta preparación, pero evidentemente sirve cualquier otra, y para gustos los colores. El queso aporta cremosidad al plato, y realza el sabor de la mermelada.
Me encantan los creps pero estoy muy sensible con la mermelada de naranja, el sabado tuve un pequeño desastre con la casera que intenté hacer, resultó incomible vaya chasco asi que de momento ni nombrarla jaja
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